Siguiendo en la idea de despedir el 2009 con estilo, esta bellísima imagen de una chica con un dragón. Tan bella, en efecto, que se me olvida hasta todo pensamiento impuro. Con sólo poder adorarla en silencio, ya me daría por conforme. ¡Un momento! ¡PUEDO adorarla en silencio! Muy bien, ahora a entrar en contemplación hasta mañana...
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